En el día a día de una empresa pueden pasar cosas que no estaban previstas. Un error, un descuido, un imprevisto… y de repente, un cliente, proveedor o tercero reclama una indemnización.
En esos momentos es cuando más valoras tener una póliza de responsabilidad civil bien contratada y adaptada a tu actividad.
Y es que, aunque a veces no se le dé la importancia que merece, el seguro de responsabilidad civil no es opcional: es una necesidad, y en muchos casos, una obligación legal.
¿Qué es el seguro de responsabilidad civil?
Es el seguro que protege al empresario o a la empresa frente a los daños que pueda causar a terceros en el ejercicio de su actividad profesional o empresarial.
Estos daños pueden ser:
- Materiales (por ejemplo, romper accidentalmente algo en casa de un cliente)
- Personales (por ejemplo, causar una lesión)
- Económicos (por ejemplo, generar una pérdida por un error técnico)
La aseguradora asume el coste de la indemnización (hasta el límite contratado) y los gastos de defensa legal.
¿Quién debe tenerlo?
Toda empresa, autónomo o profesional que tenga una actividad con riesgo de causar daño a terceros.
Esto incluye:
- Comercios y establecimientos abiertos al público
- Profesionales técnicos, sanitarios, jurídicos o consultores
- Actividades industriales, obras, construcción
- Empresas de servicios (jardinería, limpieza, transporte…)
- Agencias, estudios creativos, asesorías, despachos…
Además, en muchos sectores es obligatorio por ley o por contrato, especialmente en licitaciones públicas o si trabajas con grandes clientes.
¿Qué debe cubrir un buen seguro de RC?
- RC de explotación
Cubre los daños causados a terceros durante la actividad habitual (por ejemplo, una caída de un cliente en tu local). - RC patronal
Cubre las reclamaciones de los trabajadores si sufren daños y consideran que la empresa no cumplió sus obligaciones de seguridad. - RC de productos o servicios
Cubre los daños que puedan causar los productos vendidos o los servicios prestados una vez entregados. - RC profesional
Especialmente importante en profesiones donde un error técnico o de asesoramiento puede causar perjuicios económicos (consultores, abogados, ingenieros, etc.). - Defensa jurídica y fianzas
La aseguradora cubre los gastos de abogados y posibles fianzas si hay reclamaciones judiciales. - Cobertura frente a subcontratas (si procede)
Si trabajas con terceros, asegúrate de que el seguro también cubre a los colaboradores.
Ejemplos reales (y más comunes de lo que parece)
- Una empresa de jardinería rompe accidentalmente una tubería durante un servicio.
- Un repartidor tropieza con una baldosa rota en tu entrada y sufre lesiones.
- Un arquitecto comete un error en un cálculo que obliga a rehacer parte de una obra.
- Una tienda vende un producto defectuoso que causa un accidente doméstico.
- Un despacho contable se equivoca al presentar impuestos y el cliente recibe una sanción.
En todos estos casos, sin un buen seguro de RC, la empresa tendría que asumir el coste de la indemnización y los gastos legales de su bolsillo.
Consejos para contratar una póliza adecuada
- Revisa bien tu actividad: no todas las empresas tienen los mismos riesgos. El seguro debe estar adaptado a lo que haces y cómo lo haces.
- Fija bien los límites de cobertura: una cobertura baja puede ser insuficiente ante reclamaciones importantes. Mejor prevenir.
- Consulta con tu asesor o correduría de confianza: no es un producto estándar. Un buen profesional te ayudará a comparar y ajustar la póliza.
- Tenlo siempre vigente y actualizado: si amplías actividad, servicios o zonas de trabajo, revisa que tu seguro lo cubra.
- Guarda toda la documentación bien organizada: en caso de siniestro, la rapidez y claridad en la comunicación con la aseguradora es clave.
En resumen
Tener un seguro de responsabilidad civil no es solo una obligación: es una muestra de profesionalidad y compromiso con tus clientes y tu entorno.
Nadie espera tener un problema, pero cuando ocurre, contar con una cobertura adecuada puede salvar la continuidad de tu negocio.
¿No estás seguro de si tu póliza actual te cubre correctamente? ¿No tienes claro si necesitas una o qué debería incluir?
Desde nuestro despacho, podemos ayudarte a analizar tus riesgos reales y valorar si tu seguro actual está bien diseñado para tu actividad.
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