DIRECCIÓN ESTRATÉGICA PARA PEQUEÑAS EMPRESAS
Ninguna empresa es demasiado pequeña para tener un plan estratégico, sin embargo muchos de vosotros quizá estáis más familiarizados con la palabra “ marketing”.
Muchas consideráis que para tener un plan de marketing debéis ser un “pez grande”, cuando en realidad no es así. Antes de explicar por qué creemos que todas las empresas deberían tener un plan estratégico quiero diferenciar el concepto de marketing y plan estratégico.
El primero suele ser para acciones comerciales concretas y a corto plazo. El segundo suele abarcar muchas más áreas de la empresa y está pensado para largo plazo.
Tendemos a pensar de forma compleja, el mundo que nos rodea nos invita a creer que para llevar a cabo una acción, en la mayoría de los casos comercial, hay que desarrollar un plan complejo y sofisticado, y muchas personas consideran que no tienen los conocimientos necesarios, por lo que se lanzan al mercado sin valorar su supervivencia o su efectividad en el mismo. En este sentido, es bastante difícil encontrar una pequeña o mediana empresa que cuente con un plan estratégico.
En primer lugar deberíamos entender que comprende la palabra Marketing. Existen muchos estudiosos que han determinado en que consiste el marketing de formas muy diferentes, en síntesis y con una definición sencilla y simple, entendemos el marketing como la disciplina que analiza el comportamiento de los mercados y los consumidores, al objeto de captar sus necesidades y fidelizarlos. Esto parece fácil, pero lo más importante es encontrar el sistema para lograr un objetivo marcado, de ahí que podamos centrarnos en definir que es un plan estratégico. De que nos sirve entender a nuestro cliente sino sabemos llegar a él, o no sabemos fidelizarlo? Llegar al cliente es una cosa, mantenerlo otra distinta.
Por lo que solo con estas definiciones entendemos que solo con el plan de marketing no tenemos suficiente, necesitamos ponerle ACCIÓN. El plan estratégico nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos. Por lo que estudiando y valorando todas las áreas de la empresa vamos a planear una serie de acciones para alcanzar las metas propuestas.
Por lo tanto, partiendo de estas premisas, podemos decir que TODAS LAS EMPRESAS DEBERÍAN TENER UN PLAN ESTRATÉGICO DISEÑADO ESPECÍFICAMENTE. Todas sin excepción, inclusive siendo una persona física, es decir un AUTÓNOMO o las STARTUPS.
En efecto, el denominador común que si debería ser imprescindible para tener un plan estratégico, es que se vaya a realizar una actividad mercantil.
Si tienes algo que ofrecer al mercado, debes tener un plan estratégico.
Actualmente existen dos tipos de mercado, el físico y el virtual. El físico es el espacio tradicional que nos rodea y que creemos conocer, nuestra ciudad, los habitantes, otras empresas, comercios, etc. Y otro, y quizá más extenso, el virtual, Internet. Este mercado global y complejo que tenemos a nuestro alcance y del que generalmente no se optimiza su potencial. Pensar que lo virtual funciona solo, es un error.
Desarrollar un plan estratégico nos puede llevar a conocer mejor el comportamiento de nuestro público, detectar una necesidad de los consumidores no cubierta, mejorar la experiencia del consumidor, controlar mejor los cambios que el mercado siempre nos va a dar y que tendríamos que poder sobrepasar de la mejor forma posible.
Por lo tanto, la base es tener una buena organización y un plan estratégico.
La matriz y el punto de partida sobre el cual podemos empezar a desarrollar un plan es realizar el análisis DAFO, que en otro post os vamos a explicar. Una vez tengamos analizado el escenario en el que nos encontramos es momento de plantear en que situación me encuentro AHORA (Presente) y hacia donde quiero llegar MAÑANA (Futuro).
Responderse a estas preguntas tan sencillas nos puede llevar a desarrollar una estrategia, es decir, qué debemos hacer para llegar a nuestro objetivo.
Y por último la valoración y el control. Contrastar la efectividad y el resultado de nuestras acciones. Evaluar si se están cumpliendo los objetivos planteados y si estamos logrando los propósitos planteados.
Se debe ser consciente que el plan estratégico puede evolucionar, puesto que el mercado cambia igual que cambia el tiempo, lo que hoy funciona puede que mañana no lo haga, y al revés.
En conclusión debemos remarcar la importancia de contar con un plan estratégico para lograr nuestros objetivos, sin tener en cuenta el nivel o el tamaño de la empresa, de una forma organizada y controlada, que nos servirá para valorar nuestra empresa y la posición de la misma en el mercado, físico y virtual.
Thaïs Amor
Dirección Estratégica
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