COMUNICACIÓN EN LA EMPRESA

El buen funcionamiento de una empresa depende de muchos factores entre los que destaca la obtención de beneficios -uno de los objetivos principales de las entidades-, la buena gestión de los recursos propios de la empresa -por ser más eficientes y competitivos-, y incluso, la parte de la comunicación en la compañía -que permite llegar a acuerdos no sólo con los proveedores o clientes, sino también con los propios trabajadores de la organización-, es decir, con el conjunto de stakeholders que tiene.

La comunicación empresarial la podemos entender como una herramienta que ayuda a detectar las amenazas, a hacerle frente ya establecer y mantener relaciones afectivas. Es clave, pues, la presencia del departamento de comunicación ya que una buena política comunicativa, tanto a nivel interno como externo, puede ayudar a mejorar el posicionamiento de la empresa en el sector que actúa.

Uno de los motivos por los que es fundamental una buena definición del concepto de comunicación es porque fortalece la toma de decisiones de los superiores. Además, promueve la participación de sus miembros, haciendo que éstos se sientan partícipes en la organización. Y también es importante porque genera una cultura organizacional propia, proporcionándole un valor añadido que la diferencia del resto.

Por otro lado, existen mecanismos diversos que permiten elaborar un plan de comunicación eficaz, que ayude a cumplir los objetivos propuestos por la empresa y que a la vez, sea eficiente, es decir, que pueda llegar a su logro con el mínimo de costes posibles. Estamos hablando de herramientas como el manual de comunicación interna que determina los canales de información de la organización y establece las bases de la filosofía de todo el conjunto de las relaciones internas de la entidad, como bien explica el Instituto Abierto de Cataluña.

Entender cuál es el grado de implicación, integración y satisfacción de los trabajadores de una empresa son aspectos claves de cohesión y que ayudarán a mantener el ritmo de trabajo de la organización. Por tanto, la comunicación empresarial debe entenderse como un reto constante que hay que mantener activo para que la entidad sea competitiva en todos sus niveles.

 

Anna Roca López

Col. Dep. De comunicació a Roig & Roig

@ROIGIROIG