¡Pues quizá estés equivocado!
Muchas personas piensan que si en 2024 ganaron menos de 22.000 euros trabajando para una sola empresa ya se libran de presentar la declaración de la renta. Y en parte tienen razón… pero no siempre es así. Vamos a explicarlo de forma sencilla.
✅ El caso más típico: un solo pagador y menos de 22.000 euros
Si trabajaste todo el año para una sola empresa, o cobraste una pensión, o el paro, y en total no superaste los 22.000 euros brutos, en principio no estás obligado a presentar la declaración.
¿Por qué? Porque ya te han ido reteniendo mes a mes en la nómina lo que tocaba y Hacienda, si haces la declaración, te devolvería muy poquito… o nada.
⚠️ Pero… hay situaciones en las que sí estás obligado, como lo sabré?
Aunque no hayas pasado de los 22.000 euros, hay ciertos casos especiales en los que el límite baja a 15.876 euros y, si lo superas, tienes que declarar.
Esto pasa si:
- Has trabajado para más de una empresa y del segundo pagador (o más) has cobrado más de 1.500 euros en total.
- Eres administrador de una sociedad o cobraste con un tipo fijo de retención.
- Tu pagador no está obligado a retenerte (por ejemplo, si trabajas como empleada del hogar o cobras una pensión del extranjero).
💸 Y no solo cuenta lo que ganas trabajando… hay otros ingresos o rendimientos que hay que tener en cuenta
También podrías estar obligado a declarar si, además de tu salario, tuviste alguno de estos ingresos:
- Ganaste más de 1.600 euros con intereses de cuentas bancarias, dividendos o vendiendo acciones (si te aplicaron retención).
- Tuviste una segunda vivienda (aunque no la alquiles), y la imputación de renta que calcula Hacienda pasa de 1.000 euros.
- Alquilaste un piso, aunque fuera por poco tiempo.
- Vendiste algo (acciones, un coche, un piso…)
- Cobraste el Ingreso Mínimo Vital u otra ayuda pública que obliga a declarar para seguir cobrándola.
- Quieres aprovechar alguna deducción (por ejemplo, por compra de vivienda, plan de pensiones…).
👉 Importante: cuando sumes tus ingresos para ver si superas los límites, no cuentes los ingresos exentos, como becas públicas, pensiones por alimentos o la baja por maternidad/paternidad.
🧾 Ejemplos concretos para entenderlo mejor
Te damos algunos ejemplos reales en los que, aunque solo hayas ganado menos de 22.000 euros de un único trabajo, podrías estar obligado a declarar:
- Tienes una segunda residencia con un valor catastral altito → Hacienda te hace imputar más de 1.000 euros.
- Has cobrado 1.800 euros de intereses por un depósito en el banco.
- Has alquilado un piso, aunque sea solo durante unos meses.
- Vendiste unas acciones y perdiste 600 euros → eso ya implica declarar.
📝 En resumen
Aunque creas que no te toca hacer la declaración, no te fíes. Vale la pena revisar bien si te afecta alguna de estas situaciones. Y si tienes dudas, lo mejor es consultar con un profesional o revisar el borrador que te ofrece Hacienda. ¡Más vale prevenir que llevarse un susto!
El punto de partida para saber si toca o no toca hacer la declaración es obtener los datos fiscales. Revisar todas las partidas.
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